Podeis llamarme intrépida, pero esa soy yo.
La última tarta que hice fue en junio de 2013, y ahora, en febrero de 2015 fui más nerviosa que el monitor de natación de los gremlins a un curso con la que según muchos es la mejor repostera creativa de España.
Y vosotros diréis,... qué ha podido pasarme para detener durante tanto tiempo mi ocupación preferida??? pues me ha pasado algo maravilloso... que he sido mamá!! sí, he tenido una preciosa niña, una niña que es más dulce que cualquier postre que pueda hacer... lo malo es que hay un problema... que a mi niña me la quiero comer y no se come.... así que.... querría dar un bocado a una muñeca que sí pudiera.... y como pensaba que no iba a ser capaz de hacer una muñeca así... pues me he ido a Sitges a aprender a crear dulces de ensueño con Patricia Arribálzaga
Después de muchas horas de coche, llegamos a Sitges. Probablemente uno de las localidades costeras más bonitas de la provincia de Barcelona...... pero poco a poco se acercaba el momento de comenzar el curso.... llegamos al curso con mucha antelación, nos tomamos un buen desayuno con croissants para tapar el gusanillo de los nervios... y a empezar!
Entrando al curso, qué nervios!!
Nada más llegar te das cuenta que no estás en un curso más, que Patricia no es una formadora más... estás en una de las cunas de la repostería creativa de España y con una de las mujeres mejor preparadas de Europa y que ha publicado varios de los libros fetiche de toda apasionada a la repostería como yo.
Las horas del curso parecían minutos y, para no perderme ni un detalle, no tomaba notas de nada... lo grababa todo con mi móvil! Así pasé las primeras horas del curso... sin casi tiempo ni para respirar... hasta el fin de la primera jornada
Al finalizar el primer día tenía la cabeza como una olla exprés.... a punto de estallar de tanta información, ahora tocaba relajarse y disfrutar de la belleza de Sitges junto a mi familia.
Viento y olas en Sitges
Al día siguiente vuelta al curso, el primer día habíamos aprendido a modelar el cuerpo, las piernas y la cabeza de nuestra bailarina.... aún nos quedaba mucho por hacer.
Poco a poco la magia de Patricia Arribálzaga fue apoderándose de mi y yo se la transmitía a mi bailarina.... los brazos, el peinado, el maquillaje, el vestido.... cada detalle requería de una cuidadosa atención
Detalles laterales y de las piernas de la bailarina
Han sido muchas horas modelando una muñeca de fondant.... (o han sido pocas?) pero he aprendido muchísimas técnicas nuevas que me encantaría poner en práctica en mis tartas...
Detalles de la cara y el peinado
... pero tambien he de reconocer que es curso para mi ha sido un hobby, uno de esos momentos que dedicas para ti, uno de esos momentos en los que eres feliz por lo que eres y por lo que haces, sin importar lo que pasa hay fuera....un bonito paréntesis en mi vida.... que debería tener más a menudo, desde luego que sí!
Mi bailarina de azúcar
Así que aquí os dejo el resultado: mi bailarina de fondant, mi muñeca de azúcar, mi dulce comestible al que no me atrevo a dar un bocado (eso sí, mi niña no hace más que mirarla con carita de querer comérsela jajajaja)... me parece tan preciosa que me da pena hasta hacerla una foto con flash... así que me tuve que esperar a que hubiera luz natural para hacerla unas fotos y enseñaros a mi modelo
Mi preciosa bailarina
Una vez finalizada la muñeca, finalizado el curso, tocaba la despedida. ¿Me tenía que ir? ¿no podía quedarme allí? pues la verdad es que me hubiera encantado seguir aprendiendo y aprendiendo con Patricia Arribálzaga, pero tenía que volverme para Madrid.Pero antes os dejo la prueba de que estuve allí, de que conocí a Patricia, de que durante unos días estuve en la cuna de alta cocina pastelera. Y que me sentí como en casa.
Recibiendo el diploma del curso de Patricia, el esfuerzo ha merecido la pena!!
Hasta la próxima!!